Origen y evolución de los términos “izquierda” y “derecha” en la política
Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO, RD.-
Durante la Revolución Francesa de 1789 surgieron los términos “izquierda” y “derecha” para distinguir las posturas políticas opuestas dentro de la Asamblea Nacional. En aquel entonces, los revolucionarios, defensores de transformaciones profundas en la sociedad y la eliminación de los privilegios de la nobleza y el clero, se sentaron a la izquierda del recinto. En cambio, los partidarios de la monarquía y del antiguo régimen, que buscaban mantener las estructuras tradicionales de poder, se ubicaron a la derecha.
Esta simple distribución espacial de los asientos pronto adquirió un significado simbólico que trascendió las fronteras de Francia y se extendió al resto del mundo. La “izquierda” comenzó a ser identificada con los ideales de igualdad, justicia social y progreso, mientras que la “derecha” pasó a representar la defensa del orden, la estabilidad y los valores tradicionales. De esta forma, lo que empezó como una cuestión de ubicación física se transformó en una distinción ideológica con profundas implicaciones políticas y culturales.
A lo largo del siglo XIX, la izquierda se asoció con los movimientos populares, el socialismo y las luchas obreras, buscando una sociedad más justa y equitativa. Los representantes de esta corriente apoyaban reformas estructurales, la redistribución de la riqueza y la ampliación de los derechos civiles. Por otro lado, la derecha defendía la propiedad privada, la autoridad religiosa y el mantenimiento del statu quo, argumentando que el cambio radical podía poner en riesgo la estabilidad social.
Con el paso del tiempo, los conceptos de izquierda y derecha se diversificaron, dando origen a una amplia gama de posiciones intermedias y matices. En muchos países, la izquierda no necesariamente busca una revolución, sino reformas graduales; y la derecha, aunque conservadora, puede aceptar ciertos cambios para preservar el orden. Esta evolución demuestra que las ideologías no son estáticas, sino que se adaptan a los contextos históricos y sociales.
En la actualidad, la división entre izquierda y derecha sigue siendo una herramienta útil para entender las orientaciones políticas, aunque su significado puede variar según el país y la época. Temas como la economía, la religión, los derechos humanos o la ecología pueden ubicar a un individuo o grupo en uno u otro extremo del espectro, dependiendo de sus posturas. Sin embargo, en muchos casos, las diferencias se difuminan y surgen movimientos políticos híbridos que mezclan ideas de ambos lados.
En definitiva, los términos “izquierda” y “derecha” nacieron de un hecho histórico concreto, pero su trascendencia ha sido enorme. Representan dos formas distintas de entender la sociedad: una orientada al cambio y la otra a la preservación. Aunque sus fronteras se han vuelto más difusas con el tiempo, esta dualidad sigue marcando el debate político mundial y condicionando la manera en que las naciones interpretan y gestionan el poder.

