SANTO DOMINGO.-
La reciente apertura de relaciones diplomáticas con China, segunda potencia económica mundial, despierta grandes expectativas en República Dominicana que confía en que con este giro diplomático se generen nuevas oportunidades de inversión, comercio y turismo.
Al anunciar el pasado lunes la ruptura de sus históricos lazos con Taiwán para establecer relaciones diplomáticas con China, el gobierno dominicano lo justificó argumentando el inmenso potencial de crecimiento comercial que representa.
La decisión ha sido recibida con entusiasmo por los principales gremios empresariales, que desde hace varios años habían pedido al gobierno dominicano un mayor acercamiento diplomático, comercial y económico con China.
Para el presidente de la Asociación de Industriales de República Dominicana (Aird), Campos de Moya, es un paso muy importante porque esta isla caribeña “se puede convertir fácilmente en un punto intermediario en la manufactura china hacia el mercado de América”.
Otros, como el presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo), Luis Concepción, consideran que también beneficiará a la agroindustria local.
También ha expresado su optimismo el sector turístico dominicano, principal fuente de ingresos del país, que recibió 6 millones de turistas el año pasado, y que ahora espera atraer una parte del mercado de turistas chinos que alcanza los 135 millones al año.
Con este paso, se espera además que aumentan las inversiones y el comercio bilateral que ha crecido en los últimos años pese a la ausencia de relaciones diplomáticas y ronda los 2.000 millones de dólares.
Mientras que para China, República Dominicana es una pieza importante por su ubicación geográfica y por los acuerdos de Libre Comercio con Estados Unidos (DR-Cafta), según algunos analistas.
Tras el anuncio del establecimiento de relaciones diplomáticas, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, subrayó que República Dominicana “es la mayor economía de la región centroamericana y caribeña” y tiene una gran importancia en los asuntos regionales”.
En el plano diplomático, los lazos con China también pueden favorecer la aspiración dominicana de lograr un puesto como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el período 2019-2020.
Pero este giro de República Dominicana en su política exterior ha supuesto un duro golpe para Taiwán, que cuenta ahora solo con 19 aliados internacionales después de que Panamá rompiera el año pasado sus lazos con Taipei.
Tras la ruptura de las relaciones, Taiwán anunció la suspensión inmediata de todos los proyectos de cooperación y ayuda, y denunció que China logró el acuerdo con República Dominicana con la promesa de préstamos por más de 3.000 millones de dólares.
Esta acusación ha sido rechazada tanto por China como por el gobierno dominicano.
El presidente dominicano, Danilo Medina, aseguró el pasado martes que las relaciones con China se han establecido sin ningún tipo de compromiso, y agradeció la cooperación con Taiwán, pero señaló que había llegado el momento de cambiar de rumbo.
Medina explicó que el país estaba en un dilema, o tenía relaciones diplomáticas con Taiwán o con China y que con esta decisión han querido “estar del lado de la historia. No era posible que la República Dominicana siguiera sin tener relaciones con la segunda economía del mundo, que es China”.
Sin embargo, la decisión del Gobierno dominicano de romper sus lazos con Taiwán no parece ser muy del agrado de EEUU, según las primeras reacciones.
Según indicó ayer a Efe en Washington un alto funcionario del Departamento de Estado que prefirió mantener el anonimato, “estos esfuerzos por alterar el status quo no ayudan y no contribuyen a la estabilidad regional”.
A partir de ahora, República Dominicana enfrentará el reto de manejar sus lazos con China sin que afecte a sus relaciones con Estados Unidos, el mayor socio comercial de esta isla caribeña, y de que se concrete en el futuro los beneficios que supondrá para su economía.