El adiós a una leyenda, “La trágica partida de Félix Cumbé”
Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO.-
El arte tiene la extraña capacidad de unir a las personas, de crear lazos invisibles que trascienden el tiempo y el espacio. Este martes, el mundo de la música se tiñó de luto tras la inesperada partida de Félix Cumbé, un ícono del merengue y la bachata que dejó una huella imborrable en el corazón de su público.
La noticia de su fallecimiento, confirmada por su esposa, Fanny Carolina Adames, nos recuerda lo efímera que puede ser la vida, incluso para aquellos que parecen eternos en el escenario.
Félix Cumbé no solo era un cantante; era un narrador de historias, un portador de emociones que, con cada nota, lograba tocar las fibras más profundas del alma.
Su voz, caracterizada por una mezcla de dulzura y pasión, resonaba en los corazones de quienes lo escuchaban, creando una conexión instantánea.
Muchos recordarán sus éxitos, pero lo que queda en la memoria colectiva es el legado de alegría y esperanza que su música brindó a generaciones enteras.
Tristemente, la vida nos ha mostrado que incluso las estrellas más brillantes pueden apagarse de manera repentina. El artista se encontraba en Cedimat, donde había estado internado debido a complicaciones de salud.
Su fallecimiento, tras un procedimiento de cateterismo que se tornó trágico, nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de cuidar nuestra salud, a veces, un aspecto que olvidamos en medio de la vorágine de la vida cotidiana.
Su partida deja un vacío inmenso en la industria musical y en los corazones de sus fans. La música tiene el poder de consolar y de unir, y en estos momentos difíciles, es en ella donde encontramos refugio. Recordemos a Félix Cumbé no solo por su talento, sino por su capacidad de transmitir alegría.
Escuchemos sus canciones, celebremos su vida y su legado, y dejemos que su música continúe resonando en nuestras vidas.
Hoy, mientras hacemos un alto en nuestras actividades para recordar a este gran artista, es esencial que reconozcamos el impacto que tuvo en nuestras vidas.
Que su partida nos sirva como un recordatorio para valorar cada instante, cada melodía y cada momento compartido con aquellos que amamos. La vida es efímera, pero el arte es eterno. Descanse en paz, Félix Cumbé. Su música seguirá sonando en nuestros corazones.
