La Iglesia Santa Cruz de El Seibo: símbolo de fe, historia y tradición en la República Dominicana
Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO, RD.-
La Iglesia Santa Cruz de El Seibo constituye uno de los patrimonios históricos y espirituales más valiosos de la región Este de la República Dominicana. Desde su fundación, no solo se levantó como un templo para el culto religioso, sino también como un referente cultural y comunitario que ayudó a forjar la identidad de una de las villas más antiguas del país. En sus muros se conserva la memoria de los primeros tiempos de la colonización, así como la continuidad de la fe cristiana que marcó profundamente la vida de sus habitantes.
En el contexto colonial, la iglesia se erigía como símbolo del poder espiritual que acompañaba la expansión europea en la isla. No era simplemente un lugar para la oración, sino también un espacio de encuentro donde se establecía la autoridad moral de la Corona y de la Iglesia sobre la población. Su presencia legitimaba el orden social y político, convirtiéndose en un pilar fundamental para la organización de la comunidad seibana.
Además de su papel religioso, la Iglesia Santa Cruz de El Seibo se consolidó como un eje de cohesión social. Allí no solo se celebraban las festividades religiosas, sino también actividades que involucraban a toda la comunidad. El templo, por tanto, funcionaba como un verdadero centro de vida en torno al cual giraban las relaciones cotidianas de los habitantes de la villa, unificando creencias, costumbres y tradiciones.
Con el paso de los siglos, el templo ha mantenido su vigencia como símbolo de fe. La devoción popular se ha transmitido de generación en generación, y la iglesia continúa siendo escenario de celebraciones litúrgicas, procesiones y actividades religiosas que reafirman la identidad espiritual de El Seibo. Esta continuidad lo convierte en uno de los espacios más representativos de la religiosidad dominicana en la región Este.
La Iglesia Santa Cruz también se relaciona con el aspecto histórico, pues recuerda los orígenes de una de las comunidades con mayor tradición de la República Dominicana. Su existencia está vinculada a los primeros procesos de colonización y organización social en la isla, lo que la convierte en una reliquia que enlaza el presente con los tiempos fundacionales de la nación.
Su legado trasciende lo material y arquitectónico. Más allá de sus muros y su estructura, el templo encierra una herencia intangible que tiene que ver con la fe, la unión comunitaria y el sentido de pertenencia. La iglesia ha sido y sigue siendo un punto de referencia para la memoria colectiva de los seibanos, quienes la consideran parte esencial de su identidad.
En la actualidad, la Iglesia Santa Cruz de El Seibo continúa siendo un espacio de veneración y un monumento histórico que proyecta hacia las nuevas generaciones el valor de la fe y la importancia de preservar la memoria. Representa el encuentro entre el pasado y el presente, recordando a todos los dominicanos que en El Seibo se guarda un testimonio vivo de la historia colonial y de la fortaleza espiritual de sus gentes.