Yamil Fortuna critica la forma de hacer política de su compañero de partido Winston Báez
Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO ESTE.-
En medio del tumulto político que caracteriza nuestro tiempo, se alza la figura del regidor de la bancada Fuerza del Pueblo, quien recientemente expresó su descontento hacia el ex-regidor Winston Báez. En un mensaje contundente en redes sociales, el regidor no escatimó críticas hacia Báez, acusándolo de falta de coherencia y lealtad política.
Según el regidor, Winston Báez, en su afán por satisfacer intereses personales, ha cambiado de bando político en más de una ocasión. Desde su apoyo inicial a Manuel Jiménez hasta su posterior desvinculación, parece haber sido motivado por desavenencias en la gestión de la Cooperativa del ASDE, un asunto que, según el regidor, revela un patrón de oportunismo político más que un genuino compromiso con los principios.
El regidor destaca que mientras la bancada del PLD se dedicaba a una oposición objetiva y fundamentada, Báez se centraba en buscar beneficios personales dentro del juego político local. Esta crítica se amplifica con la acusación de que, durante su tiempo en la Sala Capitular, Báez no fue justo ni transparente en sus acciones, lo que contrasta fuertemente con su actual pose de moralista desde la grada.
Es crucial reflexionar sobre estas acusaciones. ¿Es Winston Báez simplemente un político resentido y oportunista? ¿O sus cambios reflejan una búsqueda legítima de alineamiento político basado en principios más profundos? La respuesta puede estar en cómo interpretamos el compromiso político y la coherencia en tiempos de cambios constantes.
En última instancia, la crítica del regidor hacia Báez nos lleva a cuestionar no solo la conducta individual de los actores políticos, sino también la naturaleza misma de la lealtad y la coherencia en el servicio público. En un contexto donde la transparencia y la integridad son tan cruciales, las acciones de los líderes políticos deben estar a la altura de las expectativas de sus electores y compañeros de partido.
El debate sobre el papel de Winston Báez en la política local no es solo un conflicto entre individuos, sino un reflejo de las dinámicas políticas más amplias que moldean nuestro entorno. Es hora de considerar qué tipo de liderazgo y compromiso queremos ver en nuestros representantes públicos, y si el camino de la oportunidad política debe ser cuestionado o celebrado en nuestra sociedad.